Examen de Abogacía 2026: La Guía que Nadie te Da (y por qué muchos graduados en Derecho están huyendo)

Terminas la carrera de Derecho. Te comes el Máster de Acceso. Y cuando crees que ya ves la luz al final del túnel…
Boom.
El examen de acceso a la Abogacía.
Ese muro final que separa tu título de poder ejercer de verdad.
El otro día, un chaval recién salido del máster me decía: “He estudiado 6 años para esto. Y ahora siento que estoy otra vez en la casilla de salida, pero con más deudas”.
¿Te suena?
Pues agárrate. Porque en los próximos 5 minutos te voy a contar la verdad sobre la convocatoria de 2026. Sin pelos en la lengua. Y te voy a desvelar una alternativa que está haciendo que muchos graduados como tú se replanteen todo.
Una que te da un sueldo fijo desde el primer día.
Pero antes, vamos al lío.

¿Qué demonios es este examen y por qué debería importarte?

Mira, vamos a ser claros. El examen de acceso a la Abogacía es como el portero de una discoteca muy exclusiva.
Puedes tener el título, el máster y las ganas.
Pero si no pasas ese control, te quedas en la calle.
Es la prueba que certifica que tienes las competencias mínimas para no liarla parda defendiendo a alguien. En teoría, claro.
Para presentarte, necesitas dos cosas:

1. 1El Grado (o Licenciatura) en Derecho.
2. 2El famoso Máster de Acceso a la Abogacía.

Total, que después de dejarte un pastizal en el máster, el Estado te dice: “Ahora demuéstrame que has aprendido algo”.
Y aquí empieza el verdadero jaleo.

La Convocatoria de 2026: Lo que se sabe (y lo que se intuye)

Si buscas en Google “fecha examen abogacía 2026”, no vas a encontrar nada.
Normal.
El Ministerio de Justicia se mueve a su propio ritmo. Un ritmo que suele ser el de una tortuga con resaca. Las convocatorias no salen con dos años de antelación. Ni con uno.
Suelen publicarse a finales de año para examinarse a principios del siguiente.
Pero, basándonos en los últimos años, podemos intuir algunas cosas. Y aquí es donde tienes que prestar atención.

¿Y el temario?
Pues el mismo de siempre. Un popurrí de todo lo que has visto en la carrera y el máster: Deontología, Civil, Penal, Administrativo, Laboral…
Vamos, que tienes que tenerlo todo fresquito en la cabeza.

La cruda realidad del examen (esto no te lo cuentan en el máster)

Ahora viene la parte que duele.
Cada año se presentan miles de aspirantes. Y no, no todos aprueban. Ni de lejos.
La tasa de aprobados suele rondar el 75-80%.
“¡Oye, pues no está tan mal!”, estarás pensando.
No, si no fuera porque ya vienes de una criba brutal en la carrera y el máster. Y porque suspender significa esperar un año más. Un año más sin poder trabajar de lo tuyo. Un año más de incertidumbre.
¿Sabes cuál es el error que cometen casi todos?
Pensar que con el máster es suficiente.
Y no lo es.
El máster te da la base, pero el examen tiene su propia lógica. Sus preguntas trampa. Su forma de evaluar. Necesitas una preparación específica, casi como si fuera una oposición.

Y ahora la pregunta del millón: ¿qué pasa cuando apruebas?

El “paraíso” de ser abogado junior: sueldos de becario y jornadas interminables

Has aprobado. ¡Enhorabuena!
Abres la puerta de la discoteca y… ¿qué te encuentras?
Una sala abarrotada de gente como tú. Todos buscando un hueco.
La realidad del abogado junior en España es dura. Muy dura.

• Sueldos iniciales bajos: Prepárate para oír ofertas de 1.200€ (con suerte) por jornadas que no bajan de las 10 horas.
• Competencia brutal: Hay miles de abogados. Destacar es una odisea.
• Inestabilidad: Los despachos pequeños van y vienen. Y en los grandes, eres solo un número más.
• Presión constante: Clientes, jefes, plazos… El estrés es tu compañero de piso.

¿De verdad te metiste en Derecho para esto? ¿Para pasarte años quemado y mal pagado hasta que, quizás, consigas hacerte un nombre?
Y si te dijera que hay otra forma.
Una forma de usar tu Grado en Derecho para conseguir un trabajo estable, con un sueldo decente desde el primer día y un horario que te permite tener vida.
Aquí viene lo bueno…

El Plan B que se está convirtiendo en el Plan A de muchos graduados en Derecho

Cada vez más gente con el Grado en Derecho está mirando hacia otro lado.
No hacia los despachos.
Sino hacia la Administración de Justicia.
Hablo de las oposiciones. Concretamente, las de los Cuerpos Generales: Auxilio Judicial, Tramitación Procesal y Gestión Procesal.
“Pero eso es para gente que no quiere ser abogado”, dirás.
Error.
Es para gente que quiere estabilidad. Que quiere un buen sueldo. Que quiere aplicar sus conocimientos de Derecho en el corazón del sistema judicial.
Piénsalo por un momento.
Comparemos el camino del abogado con el del opositor de Justicia que aprueba.

¿Ves por dónde voy?
Mientras unos se pelean por las migajas en el sector privado, otros están eligiendo un camino más inteligente. Un camino que te da seguridad económica y calidad de vida desde el minuto uno.
No tienes que renunciar a tu pasión por el Derecho. Al contrario.
Vas a trabajar en un juzgado. Vas a ver los procedimientos desde dentro. Vas a ser una pieza clave del sistema.

Y aquí viene la parte que te interesa…
Si después de leer todo esto, una vocecita en tu cabeza está diciendo “oye, pues esto no suena nada mal…”, tengo algo para ti.
Porque una cosa es decidirse, y otra es saber cómo hacerlo.
Preparar una oposición de Justicia no es como estudiar para un examen de la carrera. Necesitas un método. Un temario que vaya al grano. Y alguien que te guíe para no perderte.
En Derecho Virtual hemos creado el Curso de Opositor de Justicia 2026, pensado precisamente para gente como tú. Gente que valora su tiempo y quiere resultados.
Olvídate de temarios infumables de 500 páginas por tema. Nosotros te damos lo que necesitas. Ni más, ni menos.

• Temario actualizado y directo al grano: Para que estudies lo que de verdad entra en el examen.
• Miles de tests por tema: Para que practiques hasta que las preguntas te salgan por las orejas.
• Simulacros de examen reales: Para que el día de la verdad vayas tranquilo y sepas a lo que te enfrentas.
• Tutorías personalizadas: No estás solo. Resolvemos tus dudas para que no te estanques.

Es la preparación que te lleva de la incertidumbre de no saber por dónde empezar, a la seguridad de tener un plan que funciona.
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No te pido que me creas. Te pido que lo veas por ti mismo.

Tu futuro, tus reglas

La decisión final, como siempre, es tuya.
Puedes seguir el camino tradicional: máster, examen de acceso y la jungla del sector privado. Es una opción. Para algunos, funciona.
O puedes tomar un desvío. Un atajo inteligente.
Un camino que te lleva a un trabajo fijo, con un sueldo que te permite vivir bien y un horario que te permite… bueno, vivir.
El Grado en Derecho te ha abierto muchas puertas.
La de un despacho es solo una de ellas.
La de un juzgado, para muchos, es la más interesante.
Piénsalo. La convocatoria de Justicia de 2026 está a la vuelta de la esquina. Y las plazas no esperan a nadie.
El futuro es tuyo. No dejes que nadie decida por ti.